Una vida montada, una vida infeliz, un destino por descubrir y el valor para vivirlo a pesar del miedo, espera lejos, en otro país, en otra cultura...

Tiempo

Hace años que dejé de aburrirme. 
Que los domingos por la tarde dejaron de ser largos. 
Que no me levanto un sábado a las once de la mañana. 
Que los fines de semana eran mini vacaciones y un minuto era largo como una hora y una hora, podía ser eterna como un día.
Ahora el tiempo va en mi contra.
Se esconde en cualquier esquina para despistarme.
Adelanta las manecillas del reloj cuando no lo miro.
Se ríe de mí cuando lo enfrento y yo, para no alimentar su vanidad, no le digo que lo necesito más que nunca.
Que sus horas son instantes y sus días, suspiros.

Y a vosotros, ¿se os escapa el tiempo?